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Eliahu Toker y Sholem Aleijem, dibujo de Roberto Bobrow, 1983. |
Cuentos escogidos de Scholem Aleijem |
Introducción, selección y versión española de E. T.
Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2009. |
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“A 150 años de su nacimiento, una editorial argentina publica la compilación Cuentos escogidos, de Sholem Aleijem, el escritor que narró como nadie la vida en los shtetls de finales del siglo XIX. El poeta e investigador Eliahu Toker asume con vigor la compleja tarea de traducir del idish los textos de este gran autor popular judío.
“'Traducción, traición', reza un refrán italiano criticado en alguna oportunidad por Umberto Eco (quien por el contrario, considera al traductor como un 'artesano'). Esta equivalencia arbitraria planteada por aquel refrán difícilmente se aplique a Cuentos escogidos, la reciente compilación de textos de Sholem Aleijem a cargo del investigador argentino Eliahu Toker.
“Precisamente en la introducción del libro Toker se refiere al desafío retórico que implica 'sacar' a un autor de su idioma original. Y cita a Bialik: 'Leer un texto literario en una traducción es como besar a la amada a través del velo'. Toker se propone volver 'imperceptible' ese velo, mediante el empeño de su 'oficio, amor y trabajo'.
“En esta obra, la ingeniería de volver 'imperceptible' el acto de traducción se vislumbra, por caso, en la inclusión de sutiles aposiciones ubicadas después de los términos en ídish. El recurso le permite a Toker dar cuenta de la riqueza idiomática del texto original, sin perder por eso continuidad en el relato.
“También suman, en este sentido, la inclusión de notas al pie con referencias históricas o terminológicas que ayudan a la comprensión de los textos a la vez que los enriquecen, como son, entre otras, las alusiones al caso Dreyfus; Hertzl, Max Nordau y los inicios del sionismo; Jmelnitzky y los feroces pogroms en Rusia.
“La compilación contiene textos de los libros Pequeñas personitas con pequeñas ambiciones, Cuentos para chicos judíos, Kasrílevke, Celebrando las festividades, Pobres y alegres, Relatos ferroviarios, Monólogos y Volviendo de la feria (...)”.
—Sebastian Scherman en www.tumeser.com
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Shpilkes (Refranes y maldiciones ídish)
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Introducción, selección y versión española de E. T.
Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2007.
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“Los refranes y maldiciones del acervo folclórico ídish que, en versión española y fonética original ídish, integran la presente obra, fueron seleccionados intentando brindar una muestra amplia y representativa de esta singular expresión oral del pueblo judío. En el marco de una historia más de tres veces milenaria, el ídish condensa una cultura cocinada a fuego lento a lo largo de un milenio. Muchos refranes ídish son chistes condensados, y también expresiones de sabiduría popular: Los dos se quieren, él se quiere y ella se quiere; Cuando la solterona sale a bailar van los músicos a orinar o Si todas las personas tiraran para el mismo lado el mundo se daría vuelta.
El título de este libro, shpilkes, es decir “alfileres” o “alfilerazos”, si bien alude a la agudeza y picardía de muchos de los refranesincluidos, expresa de manera especial la segunda parte de estas páginas, que incluyen un manojo de sabrosas maldiciones ídish, maldiciones pícaras, elaboradas, a menudo tiernas incluso, pronunciadas en la maternal lengua ídish, maldiciones que por supuesto no pueden causar daño a nadie y que además forman parte de lo más sabroso del folclore judío: Que se te caigan todos los dientes menos uno, y que ése te duela, o Que entre la bendición de Dios en tu paquetito de desgracias, e incluso Que ganes un millón de dólares en la lotería y te lo gastes todo en médicos.”
—Texto en la contratapa del libro.
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Iosl
Rákover habla a Dios (de
Zvi Kolitz) |
Traducido
del ídish por E. T. Fondo de Cultura
Económica,
Bs. As., 1998. |
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“En 1946, desde un cuarto
de hotel en Buenos Aires, un judío
lituano llamado Zvi Kolitz escribió un
relato de desgarradora potencia en
el que un hombre escribía
una carta a Dios antes de morir en
el ghetto de Varsovia. Iosl
Rákover habla a Dios fue
publicado poco después, en
el Diario Israelita porteño.
Con los años el relato viajó por
el mundo esfumándose en el
camino el nombre del autor y el hecho
de que era una ficción. El único
ejemplar del diario en el que había
aparecido se encontraba en el edificio
de la AMIA y se creía perdido
bajo los escombros, pero quedó intacto
después del atentado. Aun
así todavía hay quienes
ponen en duda que Kolitz (que hoy
vive en Nueva York) haya escrito
este texto que es hoy una suerte
de salmo moderno en distintos templos
del mundo. El libro de Zvi Kolitz
sitúa a Job en el ghetto de
Varsovia durante la rebelión
de los judíos contra los nazis,
en el momento en que éstos
comienzan a desalojar el ghetto.
Iosl Rákover le anuncia a
Dios que, por mucho que lo torture,
no dejará de creer en Él,
no renunciará a su inocencia
ni a su idea del bien. Por mucho
que Dios permita que en la tierra
suceda todo lo contrario de la idea
de la existencia de una moral universal, él
no dejará de creer en ella.”
—Marcelo
Birmajer en Radar de Página/12,
Bs. As., 22-11-1988.
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Refranerito
sefaradí y
las mejores maldiciones judeo-españolas
Refranerito
ídish
y las más
sabrosas maldiciones judías
de Europa Oriental |
Selección
y versión de
E. T., introducción de Abraham
Platkin, viñetas de Ester Gurevich.
Ediciones Arte y Papel, Bs. As., 1996. |
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“Un proverbio
bíblico --Proverbios XV, 23-- dice: ‘¡Qué buena
es la palabra dicha a tiempo!’ La
sabiduría popular glosó este
proverbio y, mediante una fórmula
rimada que acrecienta el humor, creó el
refrán ‘Itlijes vertl
hot zij zain ertl’, es decir ‘Cada
refrancito tiene su lugarcito’.
Este dicho habla bien a las claras
de la liberalidad con la cual el
refrán se empleaba entre los
judíos, aún cuando
no estuviese dada la oportunidad.
El refrán judío es
generalmente chistoso o festivo.
Este hecho fue analizado magistralmente
por Theodor Reik en su ensayo ‘El
eco de los proverbios judíos’.
Tras recordar con fruición
los proverbios que, con su hermana
menor, habían escuchado en
su infancia de boca de sus mayores,
relata que esos dichos judíos
los hicieron reír como si
fueran chistes. Luego de afirmar
que ‘en la vida cotidiana judía
resulta difícil distinguir,
a menudo, la línea divisoria
entre un proverbio y un chiste’,
puntualiza que hay pruebas de que
los proverbios y preceptos de tiempos
bíblicos o talmúdicos
fueron modificados posteriormente
y aplicados con espíritu burlón.”
—Abraham
Platkin en la introducción a
esta obra.
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Feliz
Bat Mitzvá |
Introducción
y compilación
de E. T., dibujos de Ester Gurevich.
Ediciones Arte y Papel, Bs. As., 1994. |
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“El
milagro de ser humano consiste en
la búsqueda de un sutil equilibrio
entre cuerpo y espíritu. Y
desde una perspectiva judía,
cuidar ese equilibrio implica respetar
el propio cuerpo y el de los demás,
enriqueciendo la propia espiritualidad
mediante la asunción creativa,
festiva, de la larga experiencia
de nuestro pueblo. Implica abrir
puertas y ventanas a un mundo judío
enorme, riquísimo y plural,
echar raíces en él,
apropiarse conscientemente de él,
como herederos activos de su historia,
de su ternura, de su sabiduría.
Los doce años, simbolizados
para el judaísmo en el Bat
Mitzvá, se los celebre o no
en una ceremonia, marcan ese apasionante
y extraño tiempo en el cual
una muchacha se echa a madurar lo
suficiente como para reconocer las
raíces espirituales, históricas,
culturales y afectivas que la nutren,
precisamente las mismas raíces
que le brindan alas y le dan una
dirección y un sentido a la
libertad de su vuelo.”
—Eliahu Toker.
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Feliz
Bar Mitzvá, el libro de los 13 |
Introducción
y compilación
de E. T., dibujos de Ester Gurevich.
Ediciones Arte y Papel, Bs. As., 1990
/ 2°ed.1994. |
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“Según
el folklore midráshico, Abraham
Avinu, nuestro patriarca Abraham, marcó su
salida de la infancia de una manera
dramática: A los 13 años,
conscientemente, hizo pedazos los ídolos
ante los que se prosternaban su padre
y su comunidad. Ese rechazo de los ídolos
paternos quedó acuñado
como símbolo de la tarea del
adolescente, la de comenzar a pensar
por cuenta propia, sin dejarse encandilar
por ningún ídolo.
En otras civilizaciones las pruebas
iniciáticas de un joven son
demostraciones de fuerza y de resistencia
física. En la civilización
judía el acento está puesto
en experiencias de libertad, de espiritualidad
y de responsabilidad. El Bar Mitzvá marca
un pasaje gradual de la infancia a
la adultez, el comienzo de una marcha
a la responsabilidad, como protagonista
de una libertad responsable, pautada
por normas de conducta. Una libertad
fascinante y angustiosa, pero que se
da en el marco estimulante y protector
de una familia y de una comunidad.Según
la tradición todo joven judío,
por el solo hecho de cumplir 13 años
y 1 día, es Bar Mitzvá,
haya o no ceremonia que lo celebre.
Sin embargo, esa ceremonia es importante
en la medida que no se trate para el
joven de una experiencia hueca, superficial,
convencional, sino de una vivencia
significativa tanto emocional como
espiritualmente. Esa ceremonia
constituye una manera pública
de asunción creativa de la condición
judía, y la invitación
a participar desde la bimá de
la sinagoga del servicio, simboliza
la aceptación de su incorporación
como miembro igualitario por parte
de la comunidad.”
—Eliahu Toker.
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Colonia
Mauricio, memorias
de un colono judío
(de Marcos Alpersohn) |
Introducción,
traducción
y notas de E. T., Carlos Casares, 1991. |
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“Tuvieron
que pasar setenta años desde
su primera edición, en ídish,
y un siglo desde el inicio de la
tarea colonizadora de la JCA en la
Argentina, para que finalmente pudiese
ver la luz en castellano de manera
completa Colonia
Mauricio,
el primero y más sustancioso
de los tres tomos que conforman Treinta
años en la Argentina, Memorias
de un colono judío de
Marcos Alpersohn. Este es un libro
revulsivo, polémico, contradictorio,
apasionado, vivo; un libro al que
los años no lograron entibiar
ni envejecer. Alpersohn es el anti-Gerchunoff;
su libro está escrito con
furia; sus protagonistas no son idealizados ‘gauchos
judíos’ sino inmigrantes
de carne y hueso, colonos desgarrados
en la dura lucha con un país
y una estructura nada piadosos.”
—De la introducción
de Eliahu Toker a esta obra.
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Celebración
de la palabra, panorama de la poesía
judía contemporánea |
Selección
y prólogo de E. T., Colección
Raíces, Editorial Milá y
Editor, Bs. As., 1989. |
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“¿Qué es un poeta
judío y qué es poesía
judía? Imaginamos que estos
fueron los dos grandes interrogantes
que debió enfrentar el poeta
y traductor Eliahu Toker al reunir
el vasto, extenso e intenso material
para esta primera muestra de la vertiente
poética judía de nuestra época, única
en su género por el momento
en lo que hace al idioma castellano.
Encomiable labor la emprendida por
Eliahu Toker, que ya sorprendió al
mundo de habla castellana con su anterior
muestra de poesía ídish El
resplandor de la palabra judía.
La tiranía del espacio nos impide
dar cuenta de la totalidad de los 117
nombres incluidos, limitación
que apuntamos porque ese índice
sería de por sí uno
de los múltiples reconocimientos
debidos al libro. Bastará con
recordar a un Glatshtein, un Leivik,
un Katzenelson, a Manguer junto a Brodsky,
Allen Ginsberg, Erica Jong, Shlonsky,
Bialik, Amir Guilboa, Zaj, Zelda, Alterman,
o bien a Paul Celan, Lasker-Schüller,
Nelly Sachs, Franz Erfel y la larga
nómina de los poemas en español
para entender que nos hallamos ante
una obra ineludible para todo amante
de la poesía, para todo estudioso
de lo poético. Antes de finalizar
queremos detenernos en el alto nivel
de las traducciones (en su mayoría
realizadas por el mismo Toker) y el
puntilloso cuidado de las mismas. Esto
viene a señalar la seriedad
con que fue encarada esta selección.
Selección, repetimos, que pasa
a constituirse en el aporte más
importante hasta ahora en cuanto a ‘reunión
de las diásporas líricas’. ¡Enhorabuena!”
—Rafi Mor, Ariel,
Jerusalén, 1990.
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Refranero
judío, antología de
refranes ídish |
Selección
y traducción
de E. T., introducción de Abraham
Platkin. Edición bilingüe,
versión española y original
ídish transliterado. Serie Cuadernos
del Arco Iris, Editorial Pardés,
Bs. As., 1986. |
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Según
sea el carrito en que se viaja, así es
el cantito que se canta. // Cuando
se acuerda un matrimonio hay que
prestar atención con quién
se va a tener que discutir el divorcio.
“Los dichos y refranes judíos
no son hijos de la experiencia de un
hombre, ni siquiera de la de un sabio,
sino de la del pueblo todo, que comenzó a
utilizarlos cuando comenzó su
vida misma. Anterior a toda literatura
filosófica, artística
o científica, el refrán
servía tanto para subrayar un
error como para alertar sobre un peligro
inminente. Los refranes judíos,
surgidos de la entraña misma
del pueblo, encierran una honda sabiduría
que se transmite de generación
en generación. Todos los actos
de la vida judía estaban infaliblemente
acompañados por un refrán
cuyo consejo era muy tenido en cuenta.
El refrán judío tiene
generalmente humor y trata de temas
tan diversos como el dolor, la alegría,
los ricos, los pobres, la envidia,
la mujer, el rabino, los padres, los
hijos, las novias, la experiencia,
la modestia, la belleza, la justicia,
la esperanza, el destino, la inteligencia,
la tontería y muchísimos
más.”
—Abraham Platkin
en su introducción.
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A
mi viejo |
Prólogo
y selección de poemas de E. T.,
dibujos y collages de Ester Gurevich.
Plegado de cartulina de 24 x 15 cm. Ediciones
Arte y Papel, Bs. As., 1985. |
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“Querido papá:
... Entonces descubrí un día
que tu imagen había ido creciendo
insensiblemente en el telón
de fondo; descubrí que yo
volvía a medirme con ella.
Entonces comencé a lamentar
todos los abrazos que no nos dimos,
todas las palabras afectuosas que
no nos dijimos, todos los momentos
que no pasamos juntos. Y pensé que
tenía que escribirte estas
líneas para compartir y gozar,
por lo menos hoy, este jugoso afecto
mutuo y la alegría de tenernos.”
—Eliahu
Toker en el prólogo.
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