Homenaje
a la condición judía
Mi hijo es yo de ninguna manera
tal como
yo soy mi padre y precisamente
su cara opuesta;
un mismo médano diferente
modelado
por tormentas.
Por no decepcionar
mi historia
armo meticulosamente la trampa
consabida
y bajo protesto coloco la mano
dentro
hastiado de mi condición
judía.
Espejado
de mitos que se intertragedian,
mi pueblo
es un poliedro introvertido
con vidrios convexos
que alejan las puertas
y el tic de repetir
la fatalidad del sino.
Pero mi
hijo es yo de ninguna manera
tal como yo soy
mi padre y precisamente
su cara opuesta;
un
mismo diferente médano
místico
modelado por tormentas.