Los
dueños de las dudas
En la vereda de enfrente
están los dueños de la verdad
escriturada,
los propietarios de la seguridad
del ignorante;
de este lado estamos nosotros,
los dueños de las dudas
sentados
a una larga mesa en llamas.
Somos
los que sabemos que no sabemos.
Los
que sabemos que no es luz esta claridad,
que
este permiso no es la libertad,
que este
mendrugo no es le pan
y que no existen una
sola realidad
ni una única verdad.
Somos
los hijos de los profetas
pero también
hijos de aquellos
a quienes los profetas
maldecían;
somos
los que desafinan en los coros de los
istas.
Somos
los que confían
en la marcha
de la historia
sin darla por sobreentendida.
Escépticos y optimistas,
compartimos
el pan de la duda,
sentados a una larga mesa
en carne viva.