Un
toro y seres de odio
Aparecido en la revista
literaria NOAJ de la Asociación
Internacional de Escritores Judíos
en Lengua Hispana y Portuguesa
Noviembre de 2003, Jerusalem
A
¡Qué difícil
hablar! ¡Qué difícil
callar!
No viviendo en Israel, ¿tengo derecho
a expresar libremente lo que pienso acerca
de su/nuestra tragedia? Por otra parte, ¿tengo
derecho a no hacerlo?
Lo que sucede es que siento simultáneamente
un enorme respeto por el deseo de independencia
del pueblo palestino y una enorme repugnancia
por la hipocresía y la criminalidad
de sus líderes, encabezados por Arafat,
que llevaron a su pueblo y a Israel a un callejón
sin salida.
Lo que sucede es que siento simultáneamente
una honda preocupación dolorida por
la tragedia en que está sumergido el
pueblo israelí, en su lucha denodada
por el elemental derecho a la vida, y al mismo
tiempo siento un profundo rechazo por la figura
de Sharón y por el mantenimiento de
asentamientos judíos en tierras palestinas.
Se trata de una situación tan trágica
como compleja. Resulta asombroso, y hasta sospechoso,
que periodistas y escritores de primer nivel
muestren tal desdén por la complejidad
de esa tragedia que está teniendo lugar
en Medio Oriente; resulta extraño que
muestren en sus apreciaciones por lo que allí sucede
tal grado de superficialidad, miopía,
maniqueísmo, demonizando a Israel en
bloque y angelizando acríticamente el
fundamentalismo palestino.
Todos parecen olvidar que el más reciente
disparador de esta tragedia (utilizo una y
otra vez esta palabra) fue el tajante rechazo
de Arafat, allá por setiembre del 2000,
al generoso ofrecimiento del primer ministro
israelí Barak, de dar luz verde a la
creación del Estado Palestino, entregar
el 95% de los territorios en disputa incluida
la parte árabe de Jerusalem, recibir
parte de los refugiados palestinos del año ’48
(no asimilados nunca por sus países árabes
huéspedes) y compensar económicamente
a los demás. Arafat rechazó este
ofrecimiento exigiendo que amén de todo
lo anterior Israel abra sus puertas a los cuatro
millones de refugiados, condición que
sabía inaceptable porque implicaba el
suicidio a cortísimo plazo del Estado
Judío. De inmediato, y antes de que
tuviese lugar la arrogante y estúpida
visita de Sharón a la explanada del
Templo, Arafat lanzó su sanguinaria
intifada. El rechazo de Arafat derrumbó el
gobierno de Barak, y la intifada encaramó a
Sharón.
¿Qué podría ofrecer Israel, sin suicidarse, que
Arafat no haya rechazado ya?
La indignación es un sentimiento
acumulativo. A las permanentes distorsiones,
parcialidades e incluso barbaridades de los “bienpensantes”,
tipo Saramago, acaba de unirse para mi asombro
el escritor Tomás Eloy Martínez.
En la edición del diario La Nación de
Buenos Aires, del sábado 13 de abril
del 2002, en una nota titulada “Seres
de odio” desliza Tomás Eloy Martínez
algunas de esas típicas afirmaciones
insostenibles que circulan irresponsablemente
por los medios. Reproduce, por ejemplo, sin
discutirla, esta joya de la mala fe que atribuye
a un anónimo periodista norteamericano: “Resulta
falaz comparar a Arafat con Osama bin Laden.
Sería más justo compararlo con
Ben Gurión o con Golda Meir que organizaron
emboscadas de terror cuando Israel debió luchar
para que se creara un Estado Judío en
1947 y 1948. Los ingleses los llamaban terroristas.
Ahora son próceres”. En primer
lugar, Ben Gurión y Golda Meir no sólo
jamás acudieron al terror en su lucha
por la creación del Estado de Israel
sino que lucharon activamente contra los pequeños
grupos terroristas judíos, llegando
Ben Gurión a ordenar echar a pique el
barco Altalena que traía armas
para ellos. Golda Meir, por su parte solía
decir: “Con el correr de los
años vamos a perdonarles a los árabes
el que hayan matado a nuestros hijos; lo que
nunca vamos a poder perdonarles es que nos
hayan forzado a matar hijos de ellos”. Es
una aberración equiparar a ese par de
líderes democráticos, que se
dolían de veras por la muerte de todo
hombre y de todo israelí, con un dictador
hipócrita, de reconocida maestría
en el arte de un enloquecedor doble discurso:
mientras habla de paz empuja alegremente a
su pueblo a un suicidio inútil y a una
indiscriminada matanza de inocentes. La falacia
es equiparar a quienes acuñaron como
lema del ejército israelí “la
pureza de las armas” con un individuo
que, al mejor estilo nazi, educa a su pueblo
desde la infancia misma en el odio indiscriminado
del otro, en el éxtasis de la propia
muerte en martirio, empapándose las
manos en la sangre del vecino. Un vecino con
el que dicen sus líderes querer hacer
la paz, pero contra el que educan a sus niños
en el odio desde la cuna misma, enseñándoles
con las primeras letras que las tierras del
vecino les pertenecen y que su sagrada misión
en la vida y en la muerte es recuperarlas.
Lo expresaron claramente los líderes
de Hamas en La Nación, el 7
de abril de ese mismo
año: “Desde
nuestra concepción ideológica
no está permitido reconocer que Israel
controle un metro cuadrado de la Palestina
histórica”. Desde ya
que su concepto de la “Palestina
histórica” incluye todo el
territorio de Israel. Por si cupiese alguna
duda el periodista acota, sin que le merezca
ningún comentario: “Abu Shanab
insistió en que no bromeaba cuando dijo ‘En
los Estados Unidos hay muchas zonas libres
que podrían absorber a los judíos’”.
La
mencionada nota de Tomás Eloy Martínez
contiene varias otras medias verdades tan falsas
como peligrosamente provocativas, pero lo que
importa dejar sentado aquí es que la
tragedia que está teniendo lugar entre
los pueblos israelí y palestino necesita
ser leída sin cómodas simplificaciones.
Como toda situación histórica
compleja más que de zonas blancas y
negras está cruzada de grises.
Y algo más: Israel carga, es cierto,
el síndrome de Auschwitz en su inconsciente
colectivo y reacciona violentamente cuando
siente amenazada su vida. La desesperada elección
de un Sharón para salir de esta encrucijada
forma parte de la tragedia, tal como la forma
ese regodearse palestino con la muerte, el
cantarla, el armar a los niños, el educarlos
para el suicidio y el asesinato.
Israel tiene, por supuesto, entre su gente
fundamentalistas siniestros, pero tiene también
pacifistas activos; del lado palestino, desdichadamente,
sólo se oyen las sanguinarias voces
de los fundamentalistas angelizados y respaldados
acríticamente por intelectuales bienpensantes.
Israel es un toro formidable aguijoneado por
fantasmas y en su persecución de esos
fantasmas la emprende golpeando a ciegas. Israel
es un toro decidido a no dejarse desangrar
en la plaza de toros del Medio Oriente. El
público grita contra el toro y azuza
a los picadores suicidas, los aplaude y estimula.
Israel es un toro de larga memoria, dolorido,
injusto tal vez en su reacción, pero
empecinado en no someterse a la suerte fatal
señalada para los toros. En la memoria
ancestral del pueblo judío hay demasiadas
plazas de toros, demasiadas inquisiciones,
demasiados holocaustos.
La única salida es la famosa paz de
los valientes, aquella en la que, sin hipocresías
y bajo una equilibrada mirada exigente del
mundo, cada pueblo resigne parte de sus exigencias
y ambiciones. Antes que siga rigiendo la cobarde
paz de los cementerios.
B
Manifiesto Judío (o
la demonización de los intelectuales
judíos)
Sí, la indignación
es un sentimiento acumulativo. A esa respuesta
mía a Tomás
Eloy Martínez, que La Nación no
publicó, le siguió un mes más
tarde, en mayo del 2002, una apasionada polémica
amistosa mía, vía correo electrónico,
con el poeta Alberto Szpunberg. Esa polémica
desbordó el terreno personal cuando
Szpunberg me hizo llegar un así llamado “Manifiesto
Judío”, en el que acababa de sumar
su firma a la de Noam Chomsky, Marc Ellis,
Adrienne Rich, Richard Falk, Ken Schubert,
Michael Löwy y más de otros mil.
En lo que sigue, el texto de Alberto está en
itálica y el mío va intercalado:
Querido Eliahu: Sin ánimo
de iniciar un tiroteo de e-mails, sino de
aportar a una polémica que creo urgente,
acá te
hago llegar un Manifiesto Judío que
hemos suscrito varios poetas, pensadores,
intelectuales, científicos y escritores
judíos de todo el mundo. Ya charlaremos
sobre nuestros respectivos textos. Un abrazo,
Alberto
querido
alberto: yo tampoco tengo interes alguno
de comenzar un tiroteo con nadie y menos
con vos pero... ese manifiesto "judio" peca
de una parcialidad, de una miopia indignantes
y escandalosas, que directamente no
se pueden creer. ¿cómo puede
gente medianamente objetiva e informada hacer
de cuenta que existe una sola parte guerrera,
que arafat es un inocente angel agredido
por los malvados israelies? pese
a las tajantes frases que no dan muestra
de la mínima duda y se atribuyen
la total propiedad de la verdad, voy a intentar
puntualizar algunas cosas en el marco de
ese loco texto. eliahu
Manifiesto
Judío
“Sharón es el mayor
enemigo de Israel. Entre quienes firmamos y
hacemos circular este manifiesto, somos muchos
los que sufrimos la pérdida de
familiares durante la Segunda Guerra Mundial,
ya sea
en los campos de concentración o en
las fosas comunes de Europa Oriental. No pocas
veces, nuestros parientes tuvieron que cavar
la propia fosa, para luego ser arrojados
en ella. Algunos sobrevivimos personalmente
a la persecución nazi. Que
Ariel Sharon pretenda hablar en nombre de
la comunidad judía mundial merece nuestro
más enérgico repudio”.
la experiencia de la shoa no
justifica nada, salvo el tratar de que no
vuelva a sucederle a los judios, a los israelies,
ni a ningun otro pueblo. por otra parte, en ningun
momento, que yo sepa, pretendio sharon hablar
en nombre de la juderia mundial. los judios
no tenemos papa y nadie puede hablar en nombre
de todos, ni siquiera los firmantes de este "manifiesto judio",
manifiesto de algunos judios en todo caso.
“Desde luego, él
no habla por nosotros. La guerra que Israel
ha declarado a los palestinos podría
fácilmente extenderse hasta
abarcar toda la región”.
¿israel ha declarado
la guerra? desde el año 1948 israel
fue la agredida y su actitud fue siempre
de defensa. no es que los israelies sean
santos ni mucho menos, pero decir que es
el pais agresor es tergiversar los hechos
de manera escandalosa.
“Israel posee armas
nucleares, y hay pocas dudas de que
Sharón
está más que dispuesto a emplearlas.
A nuestro parecer, con su liderazgo
político ha logrado casi por sí solo
colocar a Medio Oriente al borde de
una hecatombe que puede sobrevenir en cualquier
momento. De hecho, la mayor amenaza
que enfrentan el pueblo israelí y
los judíos del mundo es Sharón”.
¿será cierto
que arafat es una palomita y que no fue él
quien inició la
intifada, los ataques suicidas en israel
contra pacíficos ciudadanos?
“El plan de paz propuesto
por Arabia Saudita y aprobado por la Liga
de Países
Arabes le proporcionó a Sharon una
oportunidad histórica sin precedentes; su única
respuesta ha sido la violencia desenfrenada”.
¿la oportunidad historica
sin precedentes fue la de esos hipócritas
y autócratas
países árabes, y no lo fue
la propuesta de barak rechazada tajantemente
por arafat? ¿y no fue acaso arafat
quien la respondio con una violencia desenfrenada?
“Sharon es incapaz
de transigir y de llegar a acuerdos. Mientras él
permanezca en el poder, no será posible
una solución pacífica del conflicto”.
¿no puede decirse lo
mismo acerca de arafat? con la pequeña
diferencia que sharon fue impuesto a israel
por arafat y que es un premier elegido democraticamente, y
que si hubiese habido un solo gesto de
arafat de detener la agresión, el
pueblo israeli lo hubiese cambiado democraticamente
por otro dirigente.
“A lo largo de
su carrera, sólo ha recurrido a las
más
brutales medidas militares. Por esa
razón, la oposición israelí y
los movimientos de paz merecen nuestro máximo apoyo
y solidaridad”.
desgraciadamente no hay una
oposicion palestina a arafat ni un movimiento
palestino por la paz… por otra parte, desgraciadamente
tambien, las indiscriminadas agresiones de
arafat erosionaron las posturas del movimiento
israeli "shalom ajshav" e hizo
que perdiese muchos de sus miembros. gente
como amos oz o alef bet iehoshua, que mantienen
posturas de coherente apoyo a una paz negociada
critican con tanta severidad a sharon como
a arafat.
“Ya en 1952, Sharon comandaba el
ignominioso Cuerpo Especial Unidad 101, encargado
de llevar a cabo represalias contra los palestinos
y árabes en los Territorios. En los
siguientes 24 meses, dirigió dos ataques
contra aldeas palestinas que arrojaron un
saldo de casi 100 muertos civiles.
El entonces primer ministro Moshe Sharet
condenó estas atrocidades. En 1982,
como Ministro de Defensa, Ariel Sharon organizó la
'Operación Paz para Galilea,
conocida en el resto del mundo como invasión
israelí del Líbano. Esta vez
dejó un saldo de 20.000 muertos y
más de 100.000 desalojados. Más
del 80% de las víctimas eran
civiles, y al menos 6.000 niños quedaron
huérfanos. Una Comisión Investigadora
Internacional constituida bajo el liderazgo
de Sean McBride, Premio Nobel de la
Paz, concluyó que el gobierno de Israel
había infringido normas internacionales
en la guerra contra el Líbano. Una comisión gubernamental
israelí encabezada por Yitzhak Kahan,
Presidente de la Suprema Corte de Justicia,
consideró que Sharón no había
hecho lo suficiente por evitar la
masacre de más de 800 civiles sin
armas en los campos de refugiados de Sabra
y Shatila. Ahora, en menos de dos años
como Primer Ministro, Ariel Sharón
ha logrado torpedear los acuerdos
forjados a lo largo de muchos años
de laborioso acercamiento entre palestinos
e israelíes”.
primero: ¿dónde esta el juez
palestino que acuse a arafat y a sus adlateres
por todas las masacres de las que son responsables?
segundo: ¿fue sharon y no arafat
quien logro torpedear los acuerdos? ¿cómo
se puede tergiversar de este modo la
historia…?
“Sharón sostiene que Israel
está por encima de las Convenciones
de Ginebra y del derecho internacional, uniéndose
así a los déspotas más
crueles y execrables del mundo contemporáneo.
Bajo sus órdenes, se ha asaltado ambulancias
y hospitales, tirado sobre médicos,
y obligado a mujeres embarazadas a parir, cuando
no a morir por falta de asistencia, en los
puntos de control israelíes”.
todo esto no esta demostrado, salvo por el
aparato propagandistico y mediatico palestino,
islamico y quienes les creen a pies juntillas.
“Como alternativa a la política
de Sharón, nuestra propuesta es recurrir
a la tradición judía de humanismo
y fe en el porvenir. Cuando un desconocido
retó al gran rabino Hillel a que resumiera
la religión judía sosteniéndose
en un solo pie, éste
se limitó a contestar: ‘No hagas
a tu prójimo lo que detestarías que te
hicieran a ti. Esta es toda la Ley. Lo demás
es comentario jurídico’”.
¿quien podria no estar de acuerdo?
pero ¿cómo se hace teniendo
a quien tiene israel enfrente?
“Exigimos que Israel abandone inmediata
e incondicionalmente los Territorios Ocupados,
que una fuerza internacional de paz sea instalada
en esa región, que Israel reconozca
el derecho internacional, y que manifieste
de inmediato su expresa voluntad de negociar
una salida pacífica al conflicto en
base a las resoluciones de Naciones
Unidas”.
cuando comenzo la guerra de
los seis dias israel estaba separado de los
paises arabes por personal internacional,
que se fue al primer disparo arabe. ¿quien
de ustedes se retiraria incondicionalmente
teniendo a un sanguinario arafat enfrente
y a un pueblo cebado en sangre, excitado
por la ambicion de martirio y asesinato? no
se puede creer este llamado judio al suicidio
y al martirologio estupido. nada puede hacerse
sin una contraparte que quiera la paz.
C
Acerca de la ley
y la violencia
En el comienzo creó Dios
el cielo y la tierra,
Y pobló la tierra de criaturas vivientes,
Entre ellas una criatura compleja y ambigua,
el ser humano.
Y todo era revoltijo y caos, entonces Dios
creó LA LEY,
Una LEY de LEYES UNIVERSAL,
Una LEY que no está en el cielo sino
en la tierra
Una LEY a la que todos deben someterse, incluso
Dios mismo.
PORQUE EL CAOS ES VIOLENCIA y LA LEY ES JUSTICIA.
Tal vez así podría
resumirse en un solo párrafo, el antiquísimo
y actual contenido de los 35 libros de esa
singular biblioteca que es la Biblia hebrea,
mal llamada “Viejo Testamento”.
Para esa Biblia hebrea el hombre es
un microcosmos dual; su noche es parte de su
día y
lleva dentro todo el bien y todo el mal. Y
de aquellos textos se desprende que no existen
santos entre los humanos. Del primero al último
de los patriarcas, reyes y héroes bíblicos,
de Abraham a Moisés y de David a Salomón,
ninguno es santo, ninguno es inmaculado pero
están todos atravesados por la Ley.
Mirada desde lo que yo entiendo es la civilización
judía, (lo que no significa que sea
compartida por todos los judíos, y mucho
menos que sea seguida y cumplida por todos
ellos) vale la pena rescatar algunas ideas
fundantes de esta civilización. El Dios
de los profetas hebreos, el Dios de la mitología
o de la religión judías es un
Dios severo; un Dios que dice: “No necesito
que me adoren sino que cumplan mi Ley”.
Una ley que no obliga al amor sino a la Responsabilidad.
La responsabilidad por uno mismo y ante el
otro como semejante diferente; no como objeto
de los deseos o intereses de uno sino como
sujeto. Sujeto a esa Ley. Sostenido por esa
Ley. Sujeto de esa Ley de Leyes de
la que todos deben sostenerse para ser personas
y ser libres. Para la civilización judía
nadie puede colocarse por encima de La Ley.
No lo está el rey David, recriminado
por el profeta Natán, y no lo está Dios
mismo, recriminado por el patriarca Abraham
y recriminado por el no-judío Job, el
justo. Porque absolutamente Todos son/somos
responsables.
Hace
muchos años entrevisté a
Jaika Grosman, heroína del ghetto de
Bialistok. Ella tenía a su cargo, durante
la guerra, el rol de correo clandestino entre
el ghetto de Bialistok y el de Varsovia. Y
me contaba que en su viaje de un ghetto al
otro pasaba siempre al lado del sitio donde
vivían las mujeres y los hijos de los
oficiales nazis, de aquellos que torturaban
y mataban a los judíos y contra los
que ellos desarrollaban una empecinada lucha
a muerte. Y me decía Jaika Grosman que
ni en los momentos más siniestros del
Holocausto, se les ocurrió a ella o
a su gente atentar contra las familias de aquellos
oficiales nazis. Su pensamiento estaba atravesado
por la Ley y no se les ocurría que tuviesen
derecho a vengar en esposas e hijos lo que
hacían sus maridos y padres.
Esta
reflexión vino a cuento en el marco
de una nueva recordación del aún
impune acto terrorista llevada a efecto hace
nueve años contra la AMIA, la Comunidad
Judía de Buenos Aires. Una definición
de terrorismo que me parece clara dice que
se trata de una “violencia premeditada
y políticamente motivada, contra objetivos
humanos no combatientes”. Resulta
sorprendente que el terrorismo tenga hoy buena
o mala prensa según dónde, quién
y contra quién se ejerza, de acuerdo
a cuáles sean los intereses o la ideología
de quien la juzga. Cuando salía
la gente a repudiar legítimamente la
guerra contra Irak, había quienes les
pedían que también repudiasen
el terror, pero los organizadores de aquellas
marchas no lo consideraban oportuno… Por
lo visto hay quienes creen que hay un terror
malo y un terror bueno; matanzas malas y matanzas
recomendables. Como si no hubiese una Ley Universal
de la que se sostienen todas las personas;
como si no fuésemos todos
iguales ante la Ley. Porque la falta de Ley
es Violencia y la Ley es Justicia. Y es Vida.
Para terminar, un diálogo imaginario
que non e vero pero e ben trovato:
Osama Bin-Laden llama a Yasser
Arafat:
--¡Escuchame Yassi! Hay algo
que yo no alcanzo a comprender. Ambos somos
terroristas, ambos matamos miles de personas
inocentes, pero todo el mundo me persigue
a mí, mientras tú sigues
ostentando el honroso Premio Nobel de la
Paz. Dime, ¿cuál es tu secreto?
--¡Oh!
Es muy sencillo, Osama. ¡Yo
sólo mato judíos!